Así fue la Operación Martillo que lanzó Estados Unidos contra objetivos estratégicos en Irán
Redacción Combo Tropical Noticias.
Con una ejecución milimétrica y respaldada por uno de los arsenales tecnológicos más sofisticados del mundo, Estados Unidos lanzó la madrugada del 22 de junio la “Operación Martillo”, una ofensiva aérea dirigida contra blancos estratégicos en territorio iraní. La acción, que incluyó el despliegue de bombarderos furtivos B-2 Spirit, representa un movimiento calculado en medio de una creciente tensión regional.
De acuerdo con fuentes oficiales del Pentágono, el ataque tenía como objetivo neutralizar infraestructuras militares sensibles vinculadas al programa nuclear de Irán y al aparato defensivo de la Guardia Revolucionaria Islámica. La operación fue descrita como “quirúrgica, precisa y limitada”, aunque con un fuerte mensaje de advertencia.
Tecnología de élite en acción: el B-2 Spirit en el centro de la ofensiva.
Uno de los aspectos más destacados del operativo fue el uso del bombardero estratégico B-2 Spirit, un avión de tecnología furtiva diseñado para evadir sistemas de radar avanzados. Con un valor estimado superior a US$2.000 millones por unidad, el B-2 es una pieza clave en las misiones de alto riesgo del Comando Estratégico de EE. UU.
En esta ocasión, los bombarderos partieron desde la base aérea de Whiteman, en el estado de Misuri, y ejecutaron una misión de largo alcance sobre territorio iraní con apoyo satelital, inteligencia táctica y capacidades de guerra electrónica.
Blancos seleccionados con precisión y resultados iniciales
Aunque no se ha revelado el listado completo de objetivos, informes preliminares apuntan a que fueron impactadas:
Instalaciones subterráneas en Esfahan relacionadas con el enriquecimiento de uranio.
Centros de comando y logística de la Guardia Revolucionaria.
Sistemas de defensa antiaérea recientemente desplegados en zonas fronterizas.
La operación fue ejecutada sin reportes de bajas estadounidenses, según confirmó el portavoz del Departamento de Defensa. La Casa Blanca sostiene que el ataque fue una respuesta “proporcionada” a amenazas inminentes identificadas por su inteligencia.
Reacciones y advertencias: Irán promete responder.
La respuesta desde Teherán no se hizo esperar. El líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, calificó la operación como una “violación inaceptable de la soberanía iraní” y prometió una reacción “contundente y estratégica”. Por su parte, el Parlamento iraní reiteró su decisión de avanzar en el cierre del Estrecho de Ormuz, paso crucial para el transporte de petróleo a nivel mundial.
A nivel internacional, organismos como la ONU, la Unión Europea y gobiernos como los de China y Rusia han expresado su preocupación y han llamado a la desescalada inmediata del conflicto para evitar una catástrofe regional.
Un mensaje de fuerza en un momento clave.
Analistas internacionales coinciden en que la “Operación Martillo” fue tanto una demostración de fuerza militar como una señal política directa del presidente Donald Trump. La acción coincide con declaraciones recientes de la Casa Blanca que advertían de “líneas rojas” ante cualquier amenaza contra intereses estadounidenses.
“La elección del B-2 y el carácter de la operación no son casualidad. Se trata de un mensaje sofisticado y potente, pensado para cambiar el cálculo estratégico de Teherán”, señaló la experta en defensa Karen Leighton, consultada por la cadena CNN.
Fuente: Departamento de Defensa de EE. UU., CNN, Al Jazeera, medios iraníes oficiales, Reuters.
Edición: Gabriel Briñez Vanegas – Editor Periodístico Combo Tropical Noticias.
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