El por qué son siempre las mismas melodías también tiene sus razones. Luisa Piñeros dice que, si bien la música nunca ha sido estática, hoy prima lo comercial desde la óptica de pegar temas antes que crear canciones que vayan con ese espíritu navideño, de allí que los clásicos de siempre sean de las décadas de los 50, 60, 70 y 80.
“Hablar de música de diciembre del siglo XXI es difícil porque por ahora prima el género urbano y las letras de antes se escribían desde otro lugar. Nos están recordando siempre quiénes fuimos, cómo es Colombia, cómo son nuestras familias, nuestra idiosincrasia, por qué somos tan coloquiales. Por eso nos gustan tanto, porque nos identificamos con la noche, el guaro, el buñuelo, la abuela, los recuerdos, la nostalgia, con el ausente”.
La música tropical de diciembre no cambia porque sería como tener otra Navidad, añade el maestro Willy Vergara. “Siempre son las mismas costumbres, la misma historia, la misma reunión, la Novena, la misma comida, casi todo es igual y eso es bueno porque nos recuerda quiénes somos”, afirma.
Y la salsa hace parte de esto, porque es sinónimo de alegría y gozadera, y para Robert Téllez eso es la Navidad y no es raro que estas canciones con un ritmo que incita a bailar hagan parte de las navidades. “En la salsa se han intentado nuevas producciones de Navidad: lo ha hecho Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuel tiene dos producciones, pero siempre recurrimos a los clásicos porque es un poco como eso: la comida, la nostalgia, la alegría”.
Así que otra vez se sentirá La brisa de diciembre, La fiesta de Pilito armará el bullicio, todos se desearán una Feliz Nochebuena en el Diciembre azul, se extrañará a El hijo ausente, muchos querrán dejar en el olvido a El año viejo y oirán de nuevo La víspera de Año Nuevo con esperanza. Y allí, por supuesto, sonará otra vez Año Nuevo de la Billo’s. Porque como dice Luisa Piñeros, “la música de diciembre es como una gran novela que se escribe en diferentes géneros”. Y se repasa una y otra vez.
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