Fiorella Peñaranda se destaca por su carácter y resiliencia en el Hermano Menor 2

‘Fio’, como de cariño le llaman, ha llamado la atención de los participantes, hermanos mayores y televidentes en la segunda temporada del reality El Hermano Menor transmitido por el canal regional Telecaribe. Esta soledeña que reside en la ciudad de Nueva York ha mostrado altibajos en su estado de ánimo que la han ayudado a encontrarse consigo misma y a abrir su corazón a las normas de la comunidad Arhuaca, descendiente de los Tayrona. 

El cambio drástico de clima, las costumbres y la forma de ver la vida de los hermanos mayores, ha sido una prueba para la soledeña que ha presentado situaciones de ansiedad y estrés; pero que así mismo, le ha ayudado a enfrentar esos miedos y desprenderse de sus costumbres cotidianas para relacionarse por completo con la comunidad indígena y sobre todo entender su ideología. 

Sus amigos y conocidos afirman que después de observar los capítulos del programa, han sido testigos de la transformación e influencia positiva que ha traído consigo esta experiencia en Fiorella, ya que en el programa se le ha visto enojarse, reír, meditar, llorar y convivir con la comunidad Arhuaca, lavando en el río junto con las indígenas, divirtiéndose con los niños y aprendiendo a sortear las diferencias de la convivencia en el día a día con sus compañeros.

“Fueron días duros, estar sin mi familia y en un entorno completamente diferente al que vivo me hizo desestabilizarme un par de veces, estar a la defensiva y en una ocasión hasta expresé que no quería seguir en el reality” expresa esta madre de 3 hijos, los cuales son su mayor motivación. 

Fiorella hace parte de los seis participantes que llegaron a la comunidad Gunmaku donde tendrán que competir individualmente, después de haber superado las pruebas en equipo en Kantinwra. 

Las pruebas seguirán buscando determinar quiénes de los participantes han desarrollado un poco más la sensibilidad y tienen su corazón abierto para aprender y poner en práctica las enseñanzas del pueblo Arhuaco. Quien lo logre llegará al final de competencia y tendrá el privilegio de convertirse en el legítimo Hermano Menor, para ser el portador del mensaje de los hermanos mayores de la Sierra Nevada al resto del mundo.