Colombia se une a la Ruta de la Seda: Petro busca convertir al país en puente tecnológico global

 

Por: Gabriel E. Briñez | Periodista Combo Tropical Noticias.

Colombia da un paso histórico en su política exterior y económica: el presidente Gustavo Petro confirmó que el país se sumará oficialmente a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, conocida popularmente como la Ruta de la Seda, un proyecto global liderado por China para conectar a Asia, Europa, África y América Latina mediante infraestructura, comercio y tecnología.

Desde Beijing, en el marco de su visita oficial, Petro destacó que esta alianza busca posicionar a Colombia como un actor central en la transformación digital del planeta. “Vamos a firmar la adhesión a la Ruta de la Seda. Tanto América Latina como Colombia somos libres, soberanos, independientes, y las relaciones que establecemos con cualquier pueblo del mundo deben darse en condiciones de libertad e igualdad”, expresó el mandatario, quien también lidera actualmente la Celac.

Colombia no solo busca beneficios económicos con esta jugada estratégica. Petro también visualiza una profunda transformación social: propone que el país, gracias a su posición geográfica privilegiada, se convierta en el “corazón del mundo social, político y económico”, articulando conexiones digitales entre América, Asia y Europa mediante fibra óptica submarina. En este nuevo mapa global, territorios marginados como San Andrés, Buenaventura y Zipaquirá podrían convertirse en polos tecnológicos y centros de empleo para jóvenes que, en palabras del presidente, ya no tendrían que recurrir a salidas ilegales para sobrevivir.

“El objetivo es que nuestra juventud pueda ganar dinero desde sus territorios, trabajando en aplicaciones y plataformas digitales”, sostuvo Petro, quien cerró su intervención con un mensaje ambicioso: convertir a Colombia en epicentro de una nueva humanidad basada en paz, conocimiento y tecnología.

¿Qué es la Ruta de la Seda y qué implica para Colombia?.

La Ruta de la Seda moderna es un megaproyecto chino lanzado en 2013 para construir redes de infraestructura física y digital a escala planetaria. América Latina ha sido incluida en este esquema, lo que abre oportunidades para mejorar conectividad, recibir inversiones, y facilitar el comercio internacional.

El representante especial de China para América Latina, Qiu Xiaoqi, destacó que esta alianza pretende impulsar cinco grandes ejes: conectividad transoceánica, comercio, desarrollo industrial, cooperación en innovación y fortalecimiento de los lazos entre pueblos. “China y América Latina abarcan una cuarta parte de la población y de la economía global. Reforzando la unidad, podemos establecer un nuevo paradigma de cooperación Sur-Sur”, afirmó.

¿Una oportunidad o un riesgo?.

La adhesión de Colombia a la Ruta de la Seda genera tanto entusiasmo como interrogantes.

Entre los aspectos positivos destacan:

Posibilidad de acceder a financiamiento para grandes proyectos de infraestructura.

Modernización de la conectividad digital y física del país.

Potencial para convertir a regiones apartadas en centros tecnológicos.

Mayor integración de Colombia a los flujos globales de comercio e innovación.

Sin embargo, también hay preocupaciones:

Riesgo de endeudamiento excesivo con China, como ha ocurrido en otros países que participan en esta iniciativa.

Pérdida de autonomía en decisiones estratégicas al depender de inversiones chinas.

Posibles tensiones geopolíticas con Estados Unidos y la Unión Europea, que han mostrado reservas frente a la expansión china en la región.

La apuesta es alta: 

si se maneja bien, Colombia podría dar un salto al futuro digital y convertirse en un puente entre continentes; si se gestiona mal, podría terminar atrapada en compromisos difíciles de sostener.

Lo cierto es que con esta decisión, el país entra en el tablero global en un rol que podría redefinir su destino en las próximas décadas.