La FILBo 2025 apuesta por los autores autopublicados

 







La Feria Internacional del Libro de Bogotá reconoce el valor de quienes apuestan por el camino de la autopublicación: narrativas libres, creativas y profundamente conectadas con sus lectores.

50 obras autopublicadas y proyectos editoriales autónomos harán parte de la programación cultural y profesional de la Feria.

La convocatoria recibió más de 300 postulaciones y refleja la diversidad de voces, regiones y géneros presentes en el panorama literario colombiano.


La Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo 2025, anunció el pasado 10 de marzo los resultados de la convocatoria para autores autopublicados y proyectos editoriales autónomos, una apuesta por visibilizar la creación literaria hecha de manera autogestionada desde distintas regiones del país. De las 323 obras recibidas, y tras un cuidadoso proceso de curaduría, fueron seleccionadas 50 publicaciones que harán parte de la programación de la Feria este año.


Estos libros, nacidos al margen de editoriales tradicionales, exploran la poesía, la narrativa, la ilustración, el ensayo, la memoria, la cocina, la espiritualidad y más. La selección incluye 25 autoras y 25 autores, provenientes tanto de Bogotá (23) como de otras regiones del país (27).


¿Qué significa ser un autor autopublicado?


Un autor autopublicado es quien decide gestionar por sí mismo el proceso de publicación de su obra, asumiendo las funciones que tradicionalmente realizan las editoriales comerciales. Esto implica tomar decisiones sobre la edición, el diseño, la corrección, la impresión, la distribución y la promoción del libro.


Autopublicarse es un acto de creación, de independencia, confianza y emprendimiento. Este modelo permite a los autores mantener el control total sobre sus contenidos, para acercarse directamente a sus lectores. 


Algunos de los títulos seleccionados este año son:


Historia esencial de la salsa, César Villegas: este libro ofrece un recorrido exhaustivo por la historia de la salsa, desde sus orígenes hasta su evolución actual, analizando sus principales exponentes y movimientos. Como periodista y promotor, el autor condensa más de cinco décadas de investigación y experiencia para explicar cómo este ritmo se convirtió en patrimonio sonoro del continente.


Gasterea. Sabores que saben, Luz Marina Vélez Jiménez: esta antropóloga y filósofa presenta Gasterea. Sabores que saben, un libro que reúne ensayos, narraciones y creaciones publicadas entre 2008 y 2024, en torno al acto de comer como experiencia estética, simbólica y humana. Con un enfoque que cruza la antropología, la filosofía y la sensibilidad culinaria, la autora invita a saborear el conocimiento como parte vital de nuestra memoria, cultura y espiritualidad.


El río se traga a los muertos y otros cuentos, Andrés Charry: una antología de 25 relatos que abordan las cicatrices del conflicto armado colombiano desde la voz de personajes profundamente humanos. El río, figura simbólica y constante en la obra, atraviesa las historias como metáfora de la memoria, el olvido y la esperanza.


Recetario para la memoria, Claudia Andrea Londoño Restrepo: esta obra combina narración con tradición culinaria para honrar la memoria de las mujeres a través de recetas familiares. Desde el Quindío, la autora construye un libro testimonial en el que el acto de cocinar se convierte en una herramienta de resistencia, sanación y transmisión intergeneracional.


El camino espiritual de la escritura, Adriana Paola Valencia Vargas: una guía práctica que invita al lector a emprender un proceso de autoconocimiento y transformación emocional a través de la escritura terapéutica. La autora, como psicóloga clínica, especializada en procesos de sanación mediante la palabra, presenta un método que combina ejercicios narrativos, reflexión personal y acompañamiento espiritual.


Cuentos de un color maravilloso, Edgar Enrique Fajardo Macías: un libro ilustrado para el público infantil que recurre a la tradición oral afrocolombiana, el arte escénico y la narración musical para transmitir historias de solidaridad, ternura y diversidad. El autor, ilustrador y narrador bogotano, crea un universo lleno de imaginación donde cada cuento se tiñe con el color de la esperanza y los valores humanos.


Eufonías de la ceiba bruja, Catalina Sierra Rojas: una antología poética que reúne a 14 autoras afrocaribeñas en un ejercicio colectivo de exploración de la voz femenina, lo mítico y lo ancestral. Esta publicación nace en el marco del trabajo territorial de 52 Hz Ediciones, un sello independiente fundado en Cartagena que apuesta por ampliar los límites de la poesía del Caribe.

Libro de luciérnagas, Carlos Mayo (Carlos Guerrero): publicado originalmente en 1990 y reeditado en esta segunda edición, este poemario indaga en los rincones de la infancia, la memoria familiar y la condición humana. Las luciérnagas, como símbolo poético, guían al lector a través de versos que se preguntan por las huellas de los ancestros.


Sal en la boca, Gabriela Isabel Castro Reynel: un poemario que se pregunta por la cotidianidad femenina desde una perspectiva corporal e íntima. Su autora es licenciada en Filosofía y magíster en Escrituras Creativas, y en su trabajo aborda temas como el hambre, el deseo y el cuerpo como territorio de renacimiento y resistencia.


Crónicas congeladas - Nelson Galindo Cardozo: quince crónicas que retratan la vida cotidiana en Soacha, uno de los municipios más dinámicos y complejos de Cundinamarca. A través de relatos breves, el autor narra escenas del barrio, de la comunidad, del trabajo y del afecto, construyendo una yo colectivo desde la oralidad y el testimonio. 


Los anteriores títulos son una muestra del reconocimiento que la Feria Internacional del Libro de Bogotá hace a todas las formas, expresiones y dinámicas editoriales existentes en el país, las cuales incluyen la autopublicación. Cada uno de estos autores y autoras contará con un espacio dentro de la programación cultural y profesional, donde podrá presentar su obra y encontrarse con los lectores.


Sobre la Feria

La FILBo es posible gracias al apoyo de distintas entidades públicas y privadas, como el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, a través del Programa Nacional de Concertación Cultural; la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, la Secretaría de Educación, el Instituto Distrital de las Artes, Idartes, y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas, Biblored; la Cámara de Comercio de Bogotá; McDonald’s, a través de su programa Cajita Feliz Libros, como patrocinador de la franja infantil y juvenil; Ecopetrol, ONU Mujeres y la Fundación Saldarriaga Concha. Así mismo, la FILBo cuenta con el patrocinio de Visa y el copatrocinio de Efecty.


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