Espíritus Animales

 





Por: Manuel Fernández Ariza

 

En "Animal Spirits", los economistas Akerlof y Shiller exploran cómo los aspectos psicológicos y emocionales de los individuos influyen en la economía y los mercados financieros. Este término se refiere a la idea que los comportamientos económicos no siempre están guiados por una lógica fría y racional, sino también por sentimientos, intuiciones y otros factores irracionales. En su libro, subrayan cómo un pesimismo generalizado, frecuentemente alimentado por hechos negativos, puede desencadenar contracciones económicas al provocar caídas en el consumo y la inversión.

 

En un contexto de abundante información sobre la contracción de la economía, no pretendo abogar por un optimismo injustificado. Sin embargo, es importante destacar varios indicadores del Atlántico que se sitúan por encima de los registrados en 2019, antes de la pandemia. Por ejemplo, el número de ocupados creció 8,2% entre el segundo trimestre de dicho año y el mismo periodo del actual. Las exportaciones no minero-energéticas del primer semestre de 2024 superaron en un 69,1% las del mismo lapso de 2019, y la producción industrial real creció un 20,2% en ese mismo intervalo. Además, Atlántico lideró el crecimiento en Colombia con un 19,6% entre 2019 y 2024.

 

Para frenar la inflación, el Banco de la República subió la tasa de interés, que pasó del 1,75% en septiembre de 2020 al 13,25% en mayo de 2023. Ello provocó una desaceleración, y nuestro Departamento apenas creció un 0,3% en el primer trimestre de 2024. Este frenazo ha impactado a las empresas; la Encuesta del primer semestre, de la Cámara de Comercio de Barranquilla, muestra que el 42% de las empresas reportó reducciones en sus ventas, frente al 34% registrado un año atrás. 

 

Sí, la economía se ha contraído, pero es fundamental destacar que el crecimiento en 2021 y 2022 fue extraordinariamente alto, y la moderación actual es, en parte, una corrección necesaria. Sin embargo, hay señales alentadoras. Según Fedesarrollo, Barranquilla fue la única ciudad del país con un nivel de confianza del consumidor positivo en julio pasado, un claro repunte respecto al dato negativo de un año atrás. Además, 57% de los empresarios tiene expectativas positivas sobre las ventas para el segundo semestre.

 

La reducción de las tasas de interés abre una ventana de oportunidad para una mejora en el futuro. Para alcanzar la reactivación de la economía es imperativo implementar programas que impulsen la demanda y faciliten el acceso a la financiación, profundizar las alianzas privadas con el sector público local y evitar, como indican Akerlof y Shiller, que los estados emocionales negativos impacten desproporcionadamente nuestra economía.

 

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